¡Qué alegría, qué alborozo!
No me cabe ni un sollozo
aunque esté en un calabozo
porque tengo aquí un buen mozo
con el que juego y retozo.
Mira que lo he dicho veces, en Internet hay de todo. Mi último descubrimiento son los diccionarios de rimas on line que te suministran a velocidad de adsl un surtido de palabras a la medida de tus versos. Lo único que tienes que hacer es elegir la modalidad de rima, si asonante o consonante, y el número de sílabas que ha de tener la palabra resultante.
Esto de las sílabas es fundamental, si recordáis
Las ventajas son evidentes y en una de estas webs, además, te permiten buscar coincidencias de hasta seis letras. ¡Acabemos con la tiranía de rimar amor con ardor y sillón con sifón! Por si esto fuera poco, dispones de una opción más: buscar esa similitud en las letras de inicio y no en las finales, gracias a la cual podrás marcarte unas aliteraciones y onomatopeyas dignas de Rubén Darío, muy aficionado a ellas:
“Claras horas de la mañana
en que mil clarines de oro
dicen la divina diana:
Salve al celeste sol sonoro.”
Estas prácticas webs no deben manejar la misma base de datos, porque mientras para rimas.es existen 2.113 opciones que parear con amor, para m&e diccionario de rimas, sólo son 2.085.
Pero para salir del paso y versificarle nuestra pasión al galán o la doncella de turno, son más que suficiente.
Desde que te fuiste, ¡oh, amor!
siento que me duele el abductor.
Debe ser por el pundonor
con que me clavaste el abridor
para largarte con un aviador
en un vuelo bimotor.
Siento informar que estas ayudas tan efectivas para los que aspiramos a ganar el Premio Nacional de Poesía no le servirán de nada a aquellos que, como Espe, prefieran el verso libre. Ellos se lo pierden.