Juego de niños (Quiéreme si te atreves)





"Felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico, qué gozada, era lo mejor del mundo. Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que el costo, coca, crack, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, LSD, éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano. Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenio. Mejor que los andares de Emma Peel, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford. Mejor que la cara B de Abbey Road, los solos de Hendrix. Mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson, mejor que Woodstock y sus fiestas más orgásmicas. Mejor que los excesos del Marqués de Sade, Rimbaud, Morrison y Castaneda. Mejor que la libertad. Mejor que la vida".

Julien Javier





Y aún más cosas que hacer con libros











Obras del artista Guy Laramée



Da mi basia mille...




Vivamos, Lesbia mía y amémonos,
hagamos caso omiso a todas las habladurías
de los ancianos en exceso escrupulosos.
Los astros pueden ocultarse y reaparecer,
pero nosotros, cuando se extinga
la tenue luz de nuestras vidas,
dormiremos una noche eterna.
Dame mil besos y después cien,
otros mil luego, y luego cien más.
Empieza de nuevo hasta llegar a otros mil y a otros cien.
Después, cuando hayamos acumulado muchos miles,
los revolveremos todos para perder la cuenta
o para que ningún malvado envidioso
sea capaz de embrujarnos cuando sepa
que nos hemos dado tantos besos.

Cátulo 

Hoy estoy cariñosona, qué le vamos a hacer.





Para que no se nos olvide






"Hay lucha de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que dirige la lucha, y nosotros ganamos".





¿Casualidad? ¿Predestinación?… ¿Fantasmas?





         
          Tengo un amigo que no cree en las casualidades. Cuando él, Libra, se enamoró de una mujer Libra, cuyo padre era Libra, sus creencias se vieron reforzadas.
Muchos hay que, como mi amigo, no aceptan que las cosas puedan ocurrir por accidente o por azar, incluso por suerte, sea mala o buena. Hablan de predestinación, de una voluntad, no se sabe cuál, que dicta lo que ha de suceder y contra la que no se puede luchar.
Yo prefiero creer en el albur o, si acaso, en una relación causa efecto en la que la causa nos ha pasado desapercibida. Aunque sólo sea porque la alternativa no me parece nada atrayente: que comparto mi casa con una pareja de fantasmas.
Los abuelos me ayudan.
Ésta fue la sorprendente afirmación que realizó Zipi hace unos días con la normalidad con que los más jóvenes aceptan lo insólito.
¿Los abuelos? Cariño, pero si llevan muertos cinco años, respondí yo, adulta, empírica, incrédula.
Pero siguen aquí, insistió, y me ayudan cuando lo necesito.
Zipi enumeró entonces los momentos en que las puertas de casa se abren o se cierran solas a su paso y otros fenómenos de similar condición que para unos no son más que corrientes de aire y para otros, la mano del muerto.
No le contradije. Si a él le hace feliz imaginar a sus abuelos como dos seres ectoplásmicos dedicados a hacerle la vida más fácil, no seré yo quien enturbie tan buen recuerdo.
Cuando encontró sobre sus piernas, tras dos horas de búsqueda enloquecida, un objeto perdido y muy especial por la carga de amor adolescente que posee, me miró con una sonrisa feliz y concluyó:
Los abuelos lo encontraron para mí.

Papá, mamá, tengo un enchufe estropeado y una lámpara por colgar, ¿no tendréis un electricista a mano por el Más Allá?

Los idus de marzo







"Cada vez que trazo una línea en la arena tengo que desplazarla".

Gobernador Mike Morris

Otro cuestionario cazado por la red







1. El mejor sitio para leer.
Mi sofá.

2. Tu editorial preferida.
Tengo una deuda impagable con Molino por introducirme en la lectura.

3. Cuando abres la puerta y entras en una librería…
Esnifo el olor a papel y anticipo las sorpresas que me esperan.

4. El primer libro que leíste.
Cuentos populares rusos.

5. ¿A qué personaje de ficción te gustaría parecerte?
Josephine March fue la primer mujer de papel que deseé ser.

6. ¿Qué libro te hubiese gustado escribir?
El Principito.

7. ¿A qué escritor/a invitarías a cenar?
A Óscar Wilde

8. Unos versos de un poema que repites como un mantra.
Mentira su breve sino. / Más que piedras de tronchados, / ella durará obeliscos. / Y en su tallo, más que en ellos / columpiase un infinito. (Ésta, Pedro Salinas)

9. ¿Qué libro regalarías a tu peor enemigo?
Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías.

10. Para qué leer.
Para vivir dos veces, o tres, o mil.

11. Y de los libros electrónicos, ¿qué dices?
Que aligeran mucho la maleta.

12. ¿Conoces alguna película que supere al libro?
Los pájaros, de Hitchcock, del cuento de igual título de Daphne du Maurier.

13. ¿Te acompaña alguna música a la hora de leer?
Nunca, necesito del silencio para leer.

14. ¿Qué es lo que no faltaría en un programa cultural que dirigieras?
Una sección para promocionar las presentaciones de libros más originales y rompedoras.

15. ¿Recuerdas algún libro que hayas sido incapaz de terminar de leer?
Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías

16. Libro y vino. Libro y café. Libro y té…
Libro y té. Té siempre, con libro, con película….

17. ¿Hay algún escritor al que no soportes pero del que te apasione su obra?
Arturo Pérez Reverte, aunque ya nada será igual que El maestro de esgrima.

18. Un pasaje erótico que mantengas caliente en tu cabeza.
Cualquiera de los que ocurren en el castillo de Roissy.

19. ¿Qué libro recomendarías a alguien que no lee pero desea iniciarse?
 Nada, Jane Teller o Farenheit 451, de Ray Bradbury.

20. ¿A qué lugar literario te gustaría ir de vacaciones?
A la isla de Avalon

21. ¿Qué mascota literaria adoptarías para casa?
Al gato de Cheshire.

22. El título más bello que recuerdes.
El desorden de tu nombre (Juanjo Millás)

23. Una medida para fomentar la lectura.
Lectura en voz alta en los colegios, bibliotecas, parques, bares, en todas partes y a todas horas.

24. ¿Cuál es el último libro que has regalado?
En la corte del lobo, de Hilary Mantel.

25. ¿Qué libro lees y relees y no te cansas?
Todos los de Jane Austen.

26. Tu palabra preferida.
Albahaca.

27. Media de libros que lees al mes.
De tres a cinco.

28. ¿Qué libro guardas como oro en paño?
Todas mis ediciones de El Principito.

29. ¿En qué libro tienes puestos ahora tus cinco sentidos?
Una edad difícil, de Anna Starobinets.

30. ¿A qué escritor resucitarías?
A Quevedo.



Foto: Los libros de la Editorial Molino que me convirtieron en lectora.

Sin Voz




La última foto de La Voz de Asturias.


Y el making of.







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