Debido
a mis habituales peleas con ordenadores que se suicidan y troyanos que invaden
mi fortaleza, a pesar de cortafuegos y antivirus (supongo que en justa venganza
por aquella putada del caballo que les organizaron los aqueos), me ha dado por
pensar que ojalá la vida viniera con esa opción tan útil de Restaurar Sistema,
gracias a la cuál, cuando las cosas se ponen tan jodidas que ya no tienen
remedio, sólo tienes que activarla y elegir un punto de restauración para
revertir todos los errores.
Pero
esta ocurrencia tan metafísico-trascendental que me asaltó así, con la misma
simplicidad con que le acometió la Ley de la Gravitación Universal a Newton de
un manzanazo, me condujo a aguas demasiado profundas en las que nado
afanosamente desde entonces.
Porque,
vale, pongamos que en algún lugar de mi disco duro guardo un calendario con
todos mis puntos de restauración. ¿Cuál elijo? ¿Qué momento exacto es el más
conveniente para llevarme a un presente alternativo a éste? ¿Qué cosas se
perderían en esa reversión? ¿Y qué personas? ¿Qué partes de mí serían
irrecuperables? La Velda versión 2 sería mejor o peor? ¿Terminaría por llegar
al mismo sitio en que está hoy, a pesar de los cambios?
¿Cuántas
vidas no vivimos? ¿Y dónde tiraron los descartes?