Alauda,
alaude, alhoja, aloa, aloeta, aloya, capada, carabinera, copetuda, jaracalla,
sordilla, subigüela, sucinda, terrera, zurriaga… Nunca imaginé que la alondra, la
misma que anuncia el amanecer, por más que Julieta se empañe en negarlo, y a la
que torturan los franceses en una canción infantil, podría llamarse de tantas
formas diversas y todas tan hermosas.
Para
preservar palabras tan bellas como éstas existen blogs como La llave del mundo, donde descubrir las más hermosas, las más extrañas, las más orginales...
Alouette,
gentille alouette…