El
Principito, A. S. Exupéry
Ver sin los ojos
El Conde de Montecristo, A. Dumas
Pasiones desatadas
Ritmo
lento, Carmen Martín Gaite
De cerca, nadie es normal
Persuasión,
Jane Austen
El amor incondicional
Cyrano
de Bergerac, Edmond Rostand
No siempre los finales son felices
La
importancia de llamarse Ernesto, Oscar Wilde
Juegos (muy serios) de sociedad
El
concierto de San Ovidio, A.B. Vallejo
La vida, ésa gran hija de puta
El
caballero de las espuelas de oro, Alejandro Casona
El precio de la coherencia
Poesía
amorosa, Quevedo
La inmortalidad de un soneto
La
voz a ti debida, Pedro Salinas
Todo el amor y casi toda la muerte
Farenheit
451, Ray Bradbury
La peor humanidad posible
Ni el orden es jerárquico ni es un decálogo real,
ya que los diez libros de mi vida son once. No he podido renunciar a ninguno.
Apostilla.
Días después de escribir esta entrada, me doy cuenta de que la mala conciencia no me deja dormir si no incluyo en los diez libros de mi vida Nosotros, los Rivero, de Dolores Medio, y Nada, de Carmen Laforet.
El 13 siempre fue mi número.
Apostilla.
Días después de escribir esta entrada, me doy cuenta de que la mala conciencia no me deja dormir si no incluyo en los diez libros de mi vida Nosotros, los Rivero, de Dolores Medio, y Nada, de Carmen Laforet.
El 13 siempre fue mi número.
Imagen: El
concierto de San Ovidio. Montaje de Miguel Narros en el
Teatro Español de Madrid, estrenado el 18 de abril de 1986, que me tuvo como feliz espectadora, a pesar de echar de menos a José María Rodero, actor que estrenó la obra en 1962. Fuente: Centro Virtual Cervantes.