Creo
en las almas gemelas, en las caderas de un hombre, en los versos que riman, en
un buen vino, que las novelas de Javier Marías son un caso grave de egolatría
sobrevalorada. Creo que el chantaje emocional debería penarse con el destierro.
Creo en la estupidez humana, en la materia oscura, en los polígonos amorosos,
en los besos que se pierden, en los regalos sin envolver. Y creo en el placer
largo, intenso, húmedo y devastador que dura toda una noche.
Y para los que no sepan quién es Crash Davis, aquí y aquí más.