Paso
por tu vida
a
ritmo lento.
Sístole,
salgo,
diástole,
entro.
Flujo
y reflujo,
te
quiero a impulsos
de
la sangre que me dibuja
por
dentro.
Con
tus días
armo
un esqueleto
de
suburbios
y
maletas
que
sostiene, ligero,
este
andamio de vaivenes,
que
me lleva y me trae de ti,
sin
remedio.
Soy
la que quieres
turista
por tu centro.
Vagabunda
de peajes,
viajera
siempre,
fugaz
pasajero
de
ese tren desnortado
que
nunca llega
a
tu tiempo.
Imagen:
Uno de los cuadros de Eduardo Úrculo de la serie El Viajero